jueves, 29 de enero de 2009
Los suecos cierran Metro en España
Sus 83 trabajadores han sido hoy despedidos con la incertidumbre por el cobro de sus correspondientes indemnizaciones.
Los dueños de Metro se escudan en la crisis económica para justificar este cese de actividades, sin embargo poco dicen (o nada) de la catastrófica gestión empresarial que, desde poco después de su fundación, ha sufrido esta cabecera. Una gestión que desde hace años venía provocando la desconfianza de los propietarios suecos de la compañía.
¿Ha afectado la crisis? Sin duda. Pero quizás una mejor gestión hubiera permitido otras medidas antes que el cierre y la desaparición de la cabecera. Los suecos se han quitado el problema de encima.
¿Se verán reflejados en este espejo otros gratuitos? Recordemos que Metro es el tercer gratuito en cerrar, después de Mini Diari de Valencia y Mercado (este último del Grupo Schibsted, propietarios de 20 minutos.
Suerte a todos los compañeros de Metro.
lunes, 22 de diciembre de 2008
Hoja de ruta (colaborativo)
1) Cerramos la definición del Manifiesto por la dignidad de los periodistas y trabajadores de los medios y pedimos entrevista con el presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa para entregarle el documento.
Paralelamente, aquellos que tengáis posibilidad de entrevistaros con representantes de asociaciones profesionales y tengáis disposición de hacerlo, hacéis lo propio.
2) Solicitamos entrevista con los representantes sindicales nacionales, y lo mismo a nivel regional.
3) Solicitamos entrevistas con líderes políticos.
4) Solicitamos entrevista formal con el presidente del Gobierno.
Y después... pues ese capítulo de la historia lo iremos escribiendo entre todos.
Adelante con vuestras propuestas.
NOTA URGENTE: Hemos superado los 1200 miembros de la Plataforma.
domingo, 21 de diciembre de 2008
URGENTE: Ya somo 1.000
Hace seis días, esto era algo impensable. Muchas gracias a todos.
viernes, 19 de diciembre de 2008
Ya somos 800
Esta tarde seremos 800 los periodistas, trabajadores de los medios y estudiantes que estamos en el grupo 'Plataforma por la dignidad de los periodistas y trabajadores de los medios'. Y esto en apenas cinco días. Enhorabuena a todos por vuestra valentía.
Aquellos que no estés en facebook, podéis dejar aquí vuestra adhesión a la plataforma, cuyo objetivo primero es elaborar un Manifiesto que entregaremos en la Federación de Asociaciones de la Prensa, a los sindicatos, partidos políticos y al presidente del Gobierno.
Otra cosa. Ya sabéis que los medios silenciarán esta labor ('perro no come carne de perro'), pero los compañeros de PRNoticias nos han hecho un hueco en un artículo.
Gracias a ellos y, una vez más, a todos vosotros.
jueves, 18 de diciembre de 2008
Propuesta de Manifiesto
PROPUESTA DE PUNTOS PARA UN HIPOTÉTICO MANIFIESTO POR LA DIGNIDAD DE LOS PERIODISTAS
¿Cuántas veces has tenido que aguantar las caras de circunstancias, de desconfianza o incluso de temor de desconocidos al “confesar” que te dedicas al periodismo? Lamentablemente, la opinión pública mete en el mismo saco a los buenos periodistas, los periodistas “del montón” y los pseudo personajes públicos o periodistas estrella de la prensa del corazón. No todos los periodistas trabajamos en “Dónde estás corazón” ni somos vulgares carroñeros
1º Defendemos la dignidad de la concepción y el ejercicio de la profesión. El periodismo es mucho más que exclusivas a cualquier precio o la información ofrecida de cualquier manera sólo por la necesidad de “ser los primeros”
¿De verdad somos conscientes de lo trascendente e importante que es nuestra profesión? ¿O sólo nos preocupamos por nuestra estabilidad laboral, o lo que es peor, por cosas menos importantes?
2º Manifestamos nuestro convencimiento de que la profesión periodística tiene trascendencia. Un periodismo de calidad es condición indispensable para el mantenimiento de una sociedad de calidad y para la buena salud de la democracia. Sin la existencia de un buen periodismo no es posible una sociedad informada y crítica y, con ello, un sistema democrático y político eficiente.
3º Los firmantes de este manifiesto abogan por su condición de personas con capacidad de raciocinio y crítica propia, más allá de las opiniones o situaciones condicionadas de sus superiores o de las empresas y grupos que sostienen económicamente a los medios para los que trabajan.
4º Tenemos derecho a tener una opinión distinta a la de nuestros superiores y también tenemos derecho a argumentar y defender nuestro trabajo frente a terceras personas en desacuerdo, sin que por ello debamos temer que nuestro puesto de trabajo corra peligro
5º Ser periodista es mucho más que “salir por la tele, la radio” o “ser famosete”. El periodismo va más allá de la notoriedad o el engrandecimiento propios y, quienes firmamos el presente manifiesto, rechazamos la figura del “periodista estrella” y abogamos por un ejercicio de la profesión más anónimo y responsable
¿Cuántas veces te has sentido una “máquina” que no hace más que “rendir” en el puesto de trabajo, hasta llegar al punto que yo denomino “estado zombie”, sin estar del todo seguro de lo que estás haciendo y, sobre todo, para qué y por qué?
5º Creemos firmemente en un periodismo de calidad, con independencia del soporte o medio que se utilice, basado en la reflexión y el trabajo bien hecho. Por ello, rechazamos que se nos trate como “autómatas”, que permanecen en su puesto de trabajo durante doce o catorce horas, con el único objetivo de rellenar páginas o minutos de emisión, de manera mecánica y deshumanizada, sin prestar atención al contenido de las informaciones y de la importancia y trascendencia que éstas puedan tener.
6º Un contrato laboral no es una patente de corso para trabajar en condiciones de semi esclavitud. Por ello, defendemos nuestro derecho a que se respeten los horarios de trabajo convenidos y a que se nos trate como a personas y no como a máquinas, que deben aguantar “lo que les echen” para mantener un puesto de trabajo.
7º Defendemos nuestro derecho a negarnos a que una información lleve nuestra firma o se asocie a nuestro nombre, y por tanto a su autoría, si ésta ha sufrido cambios o “retoques” sustanciales que la priven por completo de su sentido original y, sobre todo, si no estamos del todo seguros o en sintonía con las razones que han motivado ese cambio.
8º Aunque creemos que un periodista auténtico lo es las veinticuatro horas del día, esto no debe significar que ejerzamos nuestra profesión de manera ininterrumpida. Por ello, defendemos nuestro derecho a “desconectar” de nuestros trabajos durante nuestros períodos de descanso, por muchas urgencias y “cambios de última hora antes del cierre” que existan.
¿Sabemos realmente de dónde viene nuestra profesión y lo que ha costado llegar hasta este punto? ¿Somos conscientes del privilegio de nuestra posición y de la responsabilidad que conlleva?
8º Defendemos el periodismo en su concepción original de herramienta libre para expresar opiniones y hechos ciertos, verificables y constatables. Sabemos de lo privilegiado de nuestra posición profesional y, por ello, amamos y respetamos el periodismo, no en su concepción romántica y trasnochada de “reportero intrépido”, sino el de “profesional preparado, consciente y responsable”, integrante de un pilar básico para nuestra sociedad
9º Defendemos un movimiento de la “buena prensa”, de los que ya han existido muestras en el pasado, que fomente la calidad moral y material de nuestro trabajo y de nosotros mismos como profesionales, alejándonos de intereses políticos y económicos, representados en personas e instituciones que nos son del todo ajenas y que consideramos que no hacen sino desgastar y denostar al buen periodismo
10º Hacemos extensible esa necesidad al ámbito de los medios y la prensa digital, así como los blogs y otras nuevas formas de expresión, donde cualquiera puede auto denominarse periodista, sin serlo, dañando gravemente la imagen pública y la esencia de esta profesión.
La crisis no puede ser una excusa para sanear las plantillas. Sin periodistas no es posible que exista el periodismo
11º La actual situación socio económica no puede ser una excusa de las grandes empresas mediáticas para “sanear” sus plantillas. Defendemos nuestro puesto de trabajo, primero como la forma de ganarnos la vida y, segundo, como condición indispensable para que la profesión se apoye en cimientos sólidos. La profesión periodística, si es que se respeta, no puede basarse en el trabajo del “eterno becario” ni puede remitir constantemente a conceptos como precariedad, temporalidad e inestabilidad
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Dignidad para los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación
Tras estos despidos, que desde luego no son más dramáticos que los de albañiles, vendedores, mecánicos, técnicos..., se esconden alguna claves que me gustaría repasar.
1) Los dueños de los medios de comunicación tienen, ¿cómo dudarlo? la potestad para contratar y despedir a aquellos profesionales que consideren oportunos, pero se está dando la paradoja de no contratar a aquellos más capacitados, sino a los más baratos: becarios que cumplen puestos de redactores con sueldos de 350 euros, colaboradores que forman parte encubierta de la plantilla, redactores realizando funciones superiores a su remuneración...
2) Muchos responsables de medios de comunicación iniciaron hace tres años procesos de crecimiento insostenible de sus medios, dilapidando verdaderas fortunas hechas en años anteriores: crecimientos vía Internet, compra de otros medios de comunicación, etc., y no fueron capaces de prever que la situación que se avecinaba era dramática a más no poder.
3) En muchos medios de comunicación se ha instalado, y con razón, el pánico ante el temor de ser despedido. Este miedo amordaza sin remedio al periodista que, ahora más que nunca, obedece sin rechistar las órdenes de sus amos, por surrealistas que estas sean a veces. Esto redunda, obviamente, en una clara falta de libertad.
4) El 95% de los periodistas tiene un sueldo irrisorio. Hay algunas empresas periodísticas (líderes en lectores u oyentes) que pagan menos de 10 euros por un artículo.
5) Tradicionalmente, los medios de comunicación tienden a aplicar eso de "perro no muerde a perro" y silencian los problemas profesionales con que se encuentran los periodistas. Pueden hablar de los problemas laborales de otros sectores, pero no del propio.
Con todo ello, estamos ante un panorama desolador para la profesión periodística y, lo que es más grave, ni los partidos políticos, ni los sindicatos ni la sociedad mueven un dedo para evitarlo.
Y para remate, los periodistas tampoco hacemos nada. Vemos cómo nos despiden, cómo despiden a nuestros compañeros y lo único que hacemos es hundir el hocico en el teclado del ordenad0r.
¿Para cuándo los periodistas seremos capaces de movilizarnos? ¿Cuándo pegaremos un puñetazo encima de la mesa y gritaremos "ya basta"? ¿Cuándo nos levantaremos y saldremos a la calle para pedir lo que es justo: un trabajo estable, un sueldo digno y un mínimo de libertad? ¿Nos atreveremos a convocar en algún momento un día sin medios de comunicación?